domingo, 31 de mayo de 2015

¿Compramos por precio? Con Edward Azorbo

Edward Azorbo, aborda en su blog un tema apasionante del Marketing Online. El consumidor ¿Compra únicamente motivado por el precio?

Hoy intento abordar el tema de los precios de los productos y para ello pongo ejemplos reales. Espero que pueda servirte de ayuda, vamos allá.

El precio, indicador de calidad
Para la mayoría de los usuarios, el precio es un buen indicador de la calidad de un producto. Cuando vemos un precio demasiado rebajado sobre un producto del que conocemos el coste, inmediatamente desconfiamos. No puede ser que este producto tenga un precio tan bajo. Yo misma, hace unas semanas tuve que comprarle un regalo a mi madre y puse en práctica esta teoría. Quería una plancha para el pelo ghd. Yo me compré una para mí misma desde una web y la compra fue exitosa; el producto era el que quería, el precio me pareció bien (mucho mejor que el de las tiendas físicas) y el envío se realizó en perfectas condiciones. Cuando volví a buscar el mismo producto en la red, me aparecieron otras tiendas virtuales con un precio sustancialmente mejor que el yo compré. Mi plancha costó 150€, el mismo modelo me aparecía en otra web tan sólo por 100€. No me fié. Preferí comprar en la tienda online de mi confianza antes de arriesgarme.
Esto, no es un hecho aislado. Cuando una empresa te ofrece un producto con un precio mucho menor al que suponemos, lo rechazamos. Y es que “lo barato sale caro”.

Marcas Low Cost, baja calidad
La nueva tendencia en consumo son las marcas Low Cost, que se supone que ofrecen las mismas prestaciones a mitad de precio. ¿Es así? Sí. No hay más que ver varias empresas que funcionan con productos de una calidad media a un precio por debajo de la media. Un claro ejemplo: Ikea. Ofrece muebles a un coste mucho inferior que el resto de tiendas de mobiliario. ¿Y la calidad? Todos tenemos algunos muebles de esta marca y sabemos que la calidad es menor al de otras tiendas pero que dura lo que vale. Otro buen ejemplo del Low Cost, Tiger. Una tienda de productos variados con costes muy reducidos. Lo que antes llamábamos un todo a cien pero que ofrece productos de buena calidad y, sobretodo, con una estética muy cool. Y, por último, Bufetes Online. Se trata de servicios legales, realizados por abogados profesionales pero con precios mucho menores de los de un bufete al uso. Promolex es un buen ejemplo de ello.

Tres precios: La virtud del equilibrio
Siguiendo con el tema de la percepción del precio en el usuario, un reciente estudio ha mostrado como entre tres precios para el mismo artículo -uno menor, uno medio y uno mayor- preferimos el medio. El usuario, por lo general, piensa que el precio más barato esconde un producto de peor calidad y que el precio más caro, entraña un artículo de lujo que no necesita. Por eso, escoge el artículo que tiene un precio medio. Piensa que es el equilibrio entre los dos extremos. Sin embargo, como hemos visto antes son muchos los productos que se realizan con la misma calidad pero que consigue reducir costes y por eso llega al consumidor con una gran rebaja.
Se han realizado muchos reportajes sobre cómo los productos de marcas blancas se han confeccionado en las mismas fábricas que los que contienen marcas conocidas y porque se ahorran el coste del packaging pueden salir al mercado con un menor precio.


Y si quieres abordar más extensamente el tema del precio de los artículos para tu negocio online, te recomiendo que visites un blog especializado en Marketing Online: El blog de Edward Azorbo.

jueves, 21 de mayo de 2015

Edward Azorbo y el “cómo se hace”

De nuevo un post inspirado en el blog de Edward Azorbo, de Rebeldes Marketing Online. No lo puedo evitar, esta agencia crea contenidos de calidad y de esto va precisamente hoy mi artículo, de los contenidos basados en el cómo se hace. Vamos a ver cómo se hace.

En mi casa me atrevo a hacer de todo: colgar cuadros, hacer un mueble-estantería, reparar la caldera... Todo. Y ¿A quién se lo debo? A Youtube. En esta plataforma está todo lo que quieras saber; desde una receta de cocina, hasta aprender a tocar en trombón.

Clases para todos
Ya no hace falta apuntarte a cursos online para aprender a realizar algo. Mucho menos, asistir a clases presenciales. Si tienes inquietudes y quieres aprender en nuevos ámbitos, entra en Youtube. Hay todo tipo de sectores y para todos los gustos. Y lo mejor, vídeos súper detallados. A veces, en exceso porque hay cada muchacha que te enseña a plancharte el pelo que te muestra hasta cómo abre un bote de laca. Por eso, es muy efectivo adelantar en la barra de carga e ir directamente a lo importante.

¿Cómo hacer un vídeo?

Si te quieres apuntar a la moda y hacerte gurú en algún sector, te doy algunas recomendaciones sobre lo que debes y no debes hacer.
- Haz un vídeo corto, los vídeos largos aburren y dan pereza. Por eso, un vídeo-tutorial, según mi parecer, no debería durar más de 4 minutos.
- No trates a tu audiencia como si tuvieran 5 años, a no ser que tengan 5 años. Si quieres que te consideren útil, no les trates como si fueran tontos. A mí no hay nada que me de más rabia. Pongo un ejemplo, si busco una receta de cocina sobre cómo hacer una esferificación, no quiero que el instructor que me explique qué es una aceituna, ya lo sé. Hago hincapié en lo que comentaba antes: ir al grano youtubers.
- Invierte en material. No hagas un vídeo cutre o no conseguirás el efecto deseado. Invertir en material audiovisual te ayudará. Por ejemplo, pon un foco para iluminar, compra una cámara con una buena resolución, pon un trípode para que no nos demos cuenta de que te tiembla el pulso... Puedes mirar un tutorial para ver cómo hacer un vídeo-tutorial de calidad :).
-Seguridad en ti mismo. La mayor parte del éxito de un vídeo-tutorial, reside en la comunicación. Si eres un buen comunicador, tienes el 90% ganado. Si no tienes el don de la oratoria, sé prudente: habla lo mínimo posible y hazte un guión. Eso sí, tampoco te pongas a leer, estúdiatelo para interpretarlo con seguridad.

Un filón para las marcas
Las marcas, que buscan constantemente estrategias de venta para llegar a sus potenciales clientes, lo tiene claro: si lo que venden son los “cómo se hace”, hay que hacer los mejores “cómo se hace” de la red. Por eso, contratan a “presentadores” para que hagan sus vídeos: gente joven y guapa pero creíble. Que ponga cara a su negocio y que consiga empatizar con la audiencia. Si además, el cómo se hacer resulta ser útil: tienes un canal estupendo para vender.


 Y aunque yo aun no me he animado a crear un canal en Youtube para mi negocio online, estoy a un paso de hacerlo. Sólo hace falta que me insistáis un poco y cederé. Eso sí, antes consultaré con el experto en contenido que vende, no vaya a ser que me estrelle antes de empezar. Visitaré el blog de Edward Azorbo, de la agencia Rebeldes Marketing Online, para conseguir consejos y trucos para realizar vídeo-tutoriales.

domingo, 17 de mayo de 2015

Filosofía del marketing con Edward Azorbo

El marketing online es muy susceptible de ser filosofado. Edward Azorbo, de Rebeldes Marketing Online me ha dado las claves para realizar este artículo que ya tiempo que tenía ganas de escribir: la filosofía del marketing online.
Toda estrategia de marketing tiene mucho de razonamiento. Todo tiene un porqué y las compras no son una excepción. Vamos a filosofar (a razonar) sobre este hecho, sobre los porqués y sobre las consecuencias que acarrea.
Comprar en una e-commerce u otra
¿Qué es lo que nos hace decidirnos por una u otra plataforma? ¿Nos detenemos a pensarlo como clientes o simplemente somos impulsivos? Estudios recientes afirman lo segundo, somos impulsivos y no es nuestra razón, sino nuestras emociones quienes compran por nosotros. Entonces, ¿Qué tipo de seres somos? Se supone que el ser humano es el único racional y por eso somos civilizados y compramos con sentido común. Pero parece que esta teoría hace aguas. Tras una compra, el cerebro es quién justifica la acción. Alea jacta est. Vamos, a lo hecho, pecho. ¿En qué lugar en la escala de la naturaleza nos deja esto? Hasta los chimpancés son más responsables.
¿Nuestras compras tienen que ver con la crisis?
 Nuestro país se ha visto sumergido en una profunda crisis económica. Esto está estrechamente relacionado con el punto anterior: compramos a través de las emociones, no con el cerebro. Así que, nos decidimos a comprar una casa, de cuya hipoteca no nos podemos hacer cargo, para hacer feliz a nuestro marido, para aparentar o para lo que sea. Aunque no voy por ahí, no fuimos los que compramos los culpables. Lo son los que vendieron. Los bancos nos animaron a comprar, a sabiendas de que no podríamos pagarlo. ¿Cómo no hacerlo si era un negocio fantástico? Tú, cliente roñoso, me pagas hasta que puedas y cuando dejes de pagar me quedo con tu casa; ahora, firma aquí. Lo dicho, un negocio redondo en el que caímos como monos.
El arte del marketing para vender
Por eso, vender se trata de arte. Hay que llegar al corazón del consumidor, no tanto al cerebro, y disparar a matar. A día de hoy, con el comercio electrónico, la cosa está mucho más complicada. Es tanta la oferta, que es complicado que el cliente potencial te encuentre para poder tirarle en anzuelo. Por eso, una vez que el usuario llega a tu página hay que ser un tiburón: pop ups, banners que te persiguen por el navegador, carritos de la compra que ruedan por cada página que visitas… Todo vale con la excusa de vender. Un acoso tal, que me hace preguntarme si esos chimpancés de los que hablaba antes no serán mucho más humanos que nosotros.
Emprendedores supervivientes
Sólo hay algo que justifica todas estas herramientas: el instinto de supervivencia. Ser emprendedor no es tarea fácil y hay que vender para sobrevivir. Por eso, usar todo lo que está a tu alcance es legítimo, se entiende, es razonable. Y ya estamos de nuevo: somos impulsivos ante nuestras estrategias de venta pero lo razonamos a posteriori a través de nuestro cerebro. Y de nuevo hay un culpable: si este sistema capitalista que tenemos no fuera tan agresivo, si el gobierno no nos ahogara con impuestos y dejara de ser tan benevolente con sus colegas de partido… si esto y si lo otro…. Los humanos seríamos una raza excepcional. Mientras tanto, dejamos bastante que desear.
Por lo pronto, voy a seguir investigando en el blog de marketing online de Rebeldes Marketing Online, a ver qué nuevas estrategias de marketing para mi tienda online me propone el experto Edward Azorbo.

jueves, 14 de mayo de 2015

La reputación de las tiendas online según Edward Azorbo

Hoy te traigo una experiencia personal, algo que me ocurrió hace poco. Leyendo el blog de Edward Azorbo en la web de Rebeldes Marketing Online, he podido averiguar la vital importancia que tiene la reputación online. Por eso, te cuento una anécdota que creo es relevante en este aspecto.

Se acercaba el día de la madre y mis hermanos y yo quisimos tener un detalle diferente con ella. Además, no fuimos muy obsequiosos con el día del padre, así que teníamos un detalle conjunto para ambos y quedábamos como los mejores hijos del mundo. Total, decidimos regalarles un desayuno a domicilio y escogí la empresa “Matías buenos días”. Conocía esta e-commerce porque mi madre, antes de que vendieran online, ya era clienta. Le traían diariamente el pan y los periódicos. De hecho, fueron ellos quienes contactaron con ella en un primer momento para ofrecerse, es decir, hacían telemarketing. Comenzaron como un pequeño negocio y poco a poco han ido creciendo mediante publicidad en radio (yo misma escuché varias cuñas) y en Internet.

La cuestión, era una empresa que me generaba confianza y por eso decidí, de entre toda la oferta de desayunos a domicilio, escogerlos a ellos. Como pensé que cuanto más se acercara el día de la madre, más saturada estaría la empresa, hice mi pedido un mes antes. Lo primero que hice es hacer un carrito de la compra con un desayuno personalizado para ver qué podía incluir y a qué precio me salía: incluí unas tazas de “buenos días mamá” y ”buenos días papá” porque me hicieron gracia y estaban muy bien de precio. Al día siguiente, lo consensué con mis hermanos y cuando me dieron el ok volví a la web a hacer la comanda. Estas son las sorpresas con las que me encontré:

1. En las tazas de desayuno de “buenos días mamá” y ”buenos días papá” se había aumentado el precio en un 50% (el día anterior costaban 5€ y al día siguiente 10€).
2. El carrito de la compra no había sido guardado, por lo que tuve que hacer un nuevo pedido.

A pesar de estos dos inconvenientes, tiré hacia adelante e hice la compra introduciendo la fecha y la hora de entrega, a partir de la que me dieron un número de pedido. Una semana más tarde, me di cuenta de que me había equivocado en la fecha de entrega; puse para el día 1 de mayo, en lugar del 3. Contacté con ellos por mail y al poco tiempo me contestaron confirmándome que mi fecha había sido rectificada. Me gustó la rapidez en la respuesta pero no entendí como habiéndome facilitado un número de pedido (un localizador) como no podía rectificar ese dato yo misma desde la web.

Llegó el día 3 de mayo y a las 09.30h (hora límite de entrega) el desayuno no había llegado. Mis padres no sabían nada, así que sobre esa hora se levantaron y desayunaron. Fui a la web y el fin de semana ponía que sólo se podía contactar por mail así que les escribí varias veces. Pasaba el tiempo y no contestaban. Por eso pensé en las redes sociales. Escribí varios mensajes públicos en su fan page  de Facebook y en su página de Twitter. Al fin, el pedido llegó una hora y media tarde.

Estaba disgustadísima y lo hice saber en la red. Pero lo arreglaron. Al día siguiente me llamaron para disculparse y para ofrecerme una compensación. De nuevo, volví a las redes sociales, esta vez para dar una opinión favorable.


Y esta anécdota, en lo que me hace pensar es el la vital importancia que tiene la reputación online, como bien dice Edward Azorbo en el blog de Rebeldes Marketing Online. La próxima vez, antes de hacer un pedido, consultaré opiniones en la red.